El concurso de belleza más famoso del planeta, 'Miss Mundo 2013', se realizará en Yakarta, en el mes de Septiembre. Pero el evento ha causado gran polémica entre los grupos radicales de orientación religiosa musulmana, quienes han amenazado con boicotear el concurso, en caso que éste llegue a realizarse en tierras indonesias.
El grupo radical denominado 'Garis' ha señalado que el concurso es demasiado 'occidental' para ser realizado en un país donde la enorme mayoría es musulmana.
"El concurso Miss Mundo afectará nuestras generaciones futuras, de quienes su personalidad espiritual y moralidad será destruída con un evento como éste. El comité organizador de ese certamen debe evitar inmiscuírse en las costumbres de nuestra población. Y si lo hacen, pues tendrán pérdidas, físicas y de otro tipo", señaló el grupo en mención.
Estas declaraciones fueron dadas aún luego de anunciarse que este año se suspendía la realización de la competencia en traje de baño, segmento que el concurso inglés celebró desde sus orígenes en 1951 y que décadas más tarde relegó a una 'competencia previa' a la noche final, que fue denominada 'Belleza Playera', precisamente por ser el centro de las críticas de los grupos feministas que siempre han sido duros críticos al concurso de la familia Morley.
Pese al sentido que lleva consigo el certamen y su logo 'Belleza con un propósito', el elegir sedes improbables le ha costado involucrarse en apuros más de una vez, como ocurrió en Bangalore, India en 1996 donde hubo hasta amenazas de bombas, teniendo que quedar las candidatas incomunicadas y con protección de la armada de ese país y algo parecido ocurrió en Abuja, Nigeria en 2002, donde pese a los llamados a la calma, el concurso estuvo a punto de suspenderse, teniendo que ser trasladado de emergencia a Inglaterra, ante la renuncia de varias candidatas.
A poco menos de tres meses del inicio del concurso 2013, podemos decir que definitivamente el ambiente generado no es ni de lejos, el más óptimo.
Sin lugar a dudas, un asunto que deberá analizar muy bien la siempre juiciosa Julia Morley.
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